martes, 10 de mayo de 2011

Saki y Tina, Tina y Saki

Cada día se van queriendo un poquito más, pero aún así, Saki sigue gruñendo. También le estamos dando las flores de Bach (aunque no sé yo si va a hacer mucho). Pero cuando están en el suelo, se ponen las dos a correr y a jugar, y al final terminan mordiéndose (nada grave).

Menudos bichos que tengo en casa.

Como angelitos.


A Tina la metemos en otra habitación por la noche, pero por el día está todo el tiempo en compañía de Saki.

A ver si poco a poco, se van llevando mejor y así están juntitas día y noche, lavándose la una a la otra y no mordiéndose como el perro y el gato.